Las llantas que utilizan los montacargas deben cumplir con características especiales pues su uso es industrial y rudo; razón por la que los neumáticos tienen que ser altamente resistentes. Existen llantas neumáticas sólidas con arillo y poliuretano.
Las llantas sólidas, también conocidas como macizas o rudomáticas se distinguen porque no se ponchan pues son fabricadas capa tras capa con materiales de hule y caucho natural. Estas son ideales para ocuparse en lugares donde hay presencia de elementos punzocortantes. Otra de sus ventajas son que tienen una alta capacidad de carga por lo que se ocupan en montacargas o cargadores compactos.
Por su parte, las llantas sólidas con arillo metálico también son resistentes al corte y tampoco se ponchan. Se conocen como semisólidas, cushion o press on. El objetivo de su anillo es embonar con la maza rin, asegurando las ruedas de los montacargas. Suelen ser fabricadas con compuestos de hule galvanizado en torno a un arillo metálico. Han sido diseñadas para uso rudo en pisos o superficies con condiciones regulares.
Las llantas de poliuretano las podrás encontrar en diferentes durezas para el manejo de grandes cargas. Resisten los químicos y temperaturas muy bajas. Son más comunes en montacargas eléctricos y carretillas. Finalmente, las llantas neumáticas son las que más se usan en la industria gracias a su versatilidad para rodar en todo tipo de suelos. Cuentan con una gran capacidad de carga y tienen un excelente desempeño en terracería.
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